


Aunque generalmente se concibe el insomnio únicamente como la dificultad para iniciar el sueño, lo cierto es que la dificultad para dormir puede tomar varias formas:
Esto impide la recuperación que el cuerpo necesita durante el descanso nocturno, pudiendo ocasionar somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día.
Varios son los determinantes de este trastorno de sueño. Factores como el estrés, la elevada activación del organismo o la depresión son relevantes. En la actualidad, es frecuente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del insomnio. Sin embargo, no constituye una solución adecuada a mediano y largo plazo, prefiriéndose evaluar en estos casos otras técnicas, como la terapia conductual o cognitiva. Un asunto de primer orden en el abordaje de este trastorno (el insomnio es en realidad un síntoma, y no una enfermedad) consiste en instruir al paciente acerca de los principios de la llamada profilaxis o higiene del sueño.
Por duración se puede distinguir entre el insomnio transitorio o agudo (dura menos de 4 semanas), el insomnio a corto plazo o subagudo (más de 4 semanas, pero menos de 3-6 meses)y el insomnio a largo plazo o crónico (más de 3-6 meses)
Por su severidad se distingue entre el insomnio leve o ligero, con el que existe un mínimo deterioro de la calidad de vida, el moderado, que se da cada noche y en el que empiezan a surgir ciertos signos del deterioro de la calidad de vida con síntomas como irritabilidad, ansiedad, fatiga…, y el severo, en el que los síntomas se sufren con mayor intensidad y por tanto la calidad de vida se ve algo más afectada.
Por su forma de presentarse diferenciamos entre el insomnio inicial o de conciliación (al conciliar el sueño), el medio o de mantenimiento del sueño (cuando no se puede dormir toda la noche seguida) y el terminal o de final de sueño o de despertar precoz, conocido por los expertos como insomnio matinal(despertar antes de que acabe la noche).
Mezclar nuestros colores
Y ver cada hilo a la luz
Unirnos las puntas de los dedos
Para armonizar los susurros internos
Deshacernos de la piel,
y ver los pedazos de aire
que nos conforman
Totalmente blandos, transparentes
Totalmente desnudos.
Vulnerables ante las pupilas
Abrirnos completamente de seda
Sin frío, sin reloj
Mostrar nuestros organos
Entregar la voz
Deshacernos parte por parte de estos cuerpos,
Mediadores al mundo
Pero así,
No necesitamos la piel
Para poder ser luz
Ser cielo
Ser noche, ser mañana
Cuando se palpen nuestras almas
Y vos, todo vos
Sea yo,
toda yo.
Y si hay paz,
El reposo marítimo sobre las sabanas,
Y las luces del alma.
Despréndete y baila
Sobre el proyector corpóreo;
No esperes que se haga humo
Ni que se cubra de nada
Muy abajo es tu ser
Que no anhela vacío
Y esas tenues voces
No esperan ser ahogadas,
Para que vos te libres
De ser solo carne.
Despréndete y observa,
Desde donde no sos
La película al borde del cielo
Que todo el tiempo arena
Que toda arena reloj
Y todo reloj,
Sol.
Donde ya no te acercabas,
Moja tu piel mármol
Báñate de sonidos
Al borde de tus ojos,
Y se mundo
Se momento
Que todo pasado será carne,
Y toda voz,
Todo vos
Serás la calma
Que existe,
En el último momento
Al final
Del ensueño.
Holden