Quién mejor sino para
Escalarse arrastrándose
Hasta el borde del punto
Más infinito del alba
Para ensordecer
Con eco de trueno
Y garganta entregada
(la miel en los surcos
Del pétalo a pétalo
Que desviste a la espina)
Un canto de fosa pálida
Cardumen de espejos
Destellando el sol al río
El viento como navaja al pecho;
La musa que respira dormida
bajo la cobija de la belleza y la inexistencia
del ulular su forma a pedido del día;
Hila al poeta
Para que a fragmento de pluma cálida
Destruya la pasión al universo que lo nace
Para que logre por sobre todas sus letras,
Por sobre todo el resto de las hojas
O los pies muertos;
La suavidad ante sus ojos,
Y la palabra se hizo verso
ResponderEliminarY el verso carne en musa.
Excelente...
De esas caricias de la musa
ResponderEliminary su palabra