5/12/10

Por fin heme de pie
He pasado por ello
Alguien pasa también por ello ahora
Como yo
Sin saber dónde va

Yo temblaba
Al fondo del cuarto el muro era negro
Y temblaba también
Cómo pude franquear el umbral de esa puerta

Se podría gritar
Nadie oye
Se podría llorar
Nadie comprende

Encontré tu sombra en la oscuridad
Era más dulce que tú misma
Otrora
Estaba triste en un rincón

La muerte te ha traído esa tranquilidad
Pero hablas hablas todavía
Querría dejarte
Si solo viniera un poco de aire
Si el exterior nos permitiera aún ver claro
Nos asfixiamos
El techo pesa sobre mi cabeza y me empuja
Dónde ponerme dónde partir

No tengo bastante sitio para morir
Dónde van los pasos que se alejan de mí y que escucho
Allá lejos muy lejos
Estamos solos mi sombra y yo

La noche desciende.







Visión abigarrada y tenue en su cabeza, huyes de la mía. Posee los astros

y los animales de la tierra, los campesinos y las mujeres para servirse de ellos.
Lo ha mecido el Océano, a mí el mar, y fue él quien recibió todas las estampas.
Roza ligeramente los despojos que encuentra, todo se ordena y siento
mi cabeza pesada que aplasta los frágiles tallos.
Si creíste, destino, que podría partir
me hubieras dado alas.





P,R.

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