
"To be shaken out of the ruts of ordinary perception, to be shown for a few timeless hours the outer and inner world, not as they appear to an animal obsessed with survival or to a human being obsessed with words and notions, but as they are apprehended, directly and unconditionally, by Mind at Large — this is an experience of inestimable value to everyone and especially to the intellectual."
"Touching the soul directly through the eyes and, indirectly, along the dark channels of the blood, the moon is doubly a divinity."
"We can pool information about experiences, but never the experiences themselves. From family to nation, every human group is a society of island universes."
Maybe this world is another planet's Hell
La intensidad de la experiencia depende de la preparación previa del sujeto (sus expectativas) y, en el caso de un fármaco desencadenante, de la dosis del mismo. La ilegalización de las drogas psicodélicas y su caída en desuso suponen que el consumidor se encuentra an
te un producto sobre cuya composición rara vez tiene garantía alguna.
El cambio del estado común de conciencia al alterado puede, cuando es recibido con resistencia, provocar una vivencia angustiosa, pues la persona siente que pierde el control, la cordura o la conciencia, e incluso puede pensar que se aproxima su muerte. Generalmente, esta sensación desaparece (o no llega a aparecer) cuando el sujeto se encuentra cómodo, en un entorno apto para la experiencia y en compañía de personas en las que confía, y acepta de buen grado el paso a un estado distinto de la mente.


La sinestesia es, en retórica, estilística y en neurología, la mezcla de impresiones de sentidos diferentes. Un sinestético puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como el LSD ,la mescalina o algunos hongos tropicales; Aunque debe destacarse que tambien es elevado el porcentaje de sinestéticos que poseen estos 'dones' sin la necesidad de administrarse quimicos o sutancias ajenas al cuerpo. Los sinestéticos perciben con frecuencia correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria. Por ejemplo, un sinestético puede ver un rojo con mayor intensidad cuando un sonido se vuelve más agudo, o tocar una superficie más suave le puede hacer sentir un sabor más dulce. Estas experiencias no son metafóricas o meras asociaciones sino percepciones, y la depresión tiende a aumentar su fuerza.
La sinestesia puede ocurrir incluso cuando uno de los sentidos está dañado. Por ejemplo, una persona que puede ver colores cuando oye palabras puede seguir percibiendo estos colores aunque pierda la visión durante su vida. Este fenómeno recibe también el nombre de "colores marcianos", término que se or
iginó tras un caso de un sinestético que nació parcialmente daltónico pero decía ver colores 'alienígenas', que era incapaz de ver en el sentido habitual del término y que en realidad percibía debido a su sinestesia.
Un mes.





