11/9/09

Amanita muscaria son los miembros más hermosos del reino de los hongos. Brotan en los bosques de Europa, Asia y América desde hace milenios. De hecho se cree que diversos pueblos de Asia y Europa central han empleado Amanita muscaria como parte de ritos religiosos desde mucho antes del advenimiento del cristianismo. Al llegar al cerebro, los alcaloides de estos hongos disminuyen la recaptación de serotonina en el cerebro y en la periferia. El ácido iboténico no cruza la barrera sanguínea del cerebro tal cual, sino que es parcialmente metabolizado y transformado en muscimol y el resto es excretado. La acción primaria del muscimol consiste en ocupar los receptores GABA y actuar como un potente agonista GABA-A. Se ha observado que es activo en diversas partes del cerebro incluyendo el córtex cerebral, el hipocampo y el cerebelo. Las concentraciones de los principios activos presentes en cada ejemplar de Amanita muscaria son imposibles de calcular si no es a través de un examen químico. Un ejemplar puede contener distinta cantidad que otro idéntico recolectado en diferente temporada o en una región distinta. Se supone que entre mayor sea la altura a la que encuentres el Amanita muscaria, mayor es la cantidad de ácido iboténico y muscimol y menores son las concentraciones del agente tóxico que provoca vómitos y que en sobredosis es mortal. A nivel físico, el consumo de Amanita muscaria puede provocar dilatación de pupilas (midriasis), modificaciones en el pulso, la tensión y los reflejos; náuseas y desorientación.A nivel psíquico dosis bajas generan de una sensación de ebriedad y gran fortaleza física seguida de efectos sinestésicos específicamente concernientes al tamaño del consumidor y las cosas que observa: macropcia que es la tendencia a ver los objetos más grandes de lo que son y micropsia, que es el efecto contrario.

Hay pocos hongos venenosos parecidos a los Amanitas cuyo color distintivo es el rojo, amarillo o anaranjado. En caso de un malviaje hay que infundir confianza y serenidad al sujeto y administrar una tableta de niacina para suavizar los efectos. De ser verdaderamente necesario, la medicina convencional recomienda recurrir a la administración de algún antipsicótico que contenga haloperidol o clorpromazina .

Si tus hongos eran rojos o anaranjados, seguro que no sufrirás de un envenenamiento mortal a menos que te hayas comido demasiados. Una sobredosis no muy grave se manifiesta con un fuerte dolor abdominal, náuseas y vómito. En caso de sobredosis graves hay ergotismo, daño cerebral y muerte por parálisis respiratoria. Así es que si se sospecha de sobredosis hay que llamar de inmediato al servicio médico. Mientras tanto es aconsejable precipitar el vómito e ingerir jugos de fruta fortificados con glucosa.

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