25/3/10

playing with green noise.

Deshilachando par de núbiapos sobre tu vientre me hundvanecí en el claroscuábierto enremismado pedaujero de cielo descielanudico que me absorvelaba en la casi noche tenue. Casi porque aún alusomaban caídos como lluvitélamos pequefídelnos rayolitos acuarelados en el río calmo de sol a sol, de rojo a rojo en la garganta del ocapozo. Y yo que te mermudecía como con nebulójulos sobre la trabocalábia cantarandeando un uspiramoreo de un algo trístido que se adormela. Y así te detallé con el digitodermáluno desislazando tu parpabájono como caricia caidisprenda tibisuavando todo el brizareo de tu esenalme. Hasta que perdí la huella de mi trazmáneo cuando di cuenta de que a soplocos pinceladeaba desgaraprobalitojos fragiadélicamente en la superficie lejodistántida de tu mentódico ensamble a la tierra. Y carcomí el hilonímico de tu cielámalo, desde mi vistalidalumbrea interpenterie hasta lo que creía entonces tu cenúcledo respirondeandome como borde marítimo a la palma vénuoda; Crayoneleando el último suelensueño apocopandose en suaóleadas mentaloníricas, yo decía que decía que tu múrvoyo me transforamaba suáluce en el cantarandeo del uspiramoreo, por ahí, en oído de mí, trístida, que me adormelaba en tu vientre, para volverme luego, más ágüida más trístida, viendo claro la escarniela de tu dedhúmedo, que apoya la sómbrida verdorosencia
en mi frente,
o a mi costado
y me sala
me vizna;
Luego,
me bebe.



Salúd.

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