26/2/10

#3

Cuando hago esto, es porque no soy. No estoy ahí, probablemente tienda a renacer de algún ente dormido bajo tierra, como ahora, que soy tan barro. Sí, a si de asqueroso siento cada órgano hasta ya no sentir nada de nada, o al menos no desde ahí justo ahí donde suelo estar pero a veces no. A veces llorar es bueno. Cuando uno está muy lejos, llorar puede ser necesario. Este caminar pierde sentido y esta mente impenetrable ante cualquier calor o frío. Estas piedras me succionan el alma. Además uno es libre cuando siente. A nadie puede obligarsele qué sentir, es bueno. Es una noche bastante particular, puedo decir que ya me fuí casi completamente de mí y hasta capas que mis ojos no respondan ni a un solo estimulo de luz a pesar de llevar su larga estadía en esta sombra tan espesa. O sí. Verlo todo desde adentro, ésta atmósfera de cambios constantes y mares y mares y mares. Suelo tragar parte, seguramente. ES una noche bastante particular, digo, tengo mi mente bien al sur desde donde quiera verlo . Extrañar no está bueno. Llorar es necesario. Sé que algo está haciendome falta y ahora siendo tan barro vanamente podría intentar ignorarlo: sea solo tal vez quizas el desprenderse de tal forma. O no. Me desgasta bastante rápido y el consumo propio hace que me cueste hasta coordinar cuantas veces inhalar y el tiempo de mantenimiento hasta exhalar, o algo así, qué se yo, qué me escucho, si me palpita hasta el cerebro y creo que no creo conocerme así como me miran los días cuando me bebe el agujero negro desde los tobillos hasta la médula por detras. Suelo sentirme ajena a cualquier lugar. No pensar es lo más difícil que he intentado hacer, y sin embargo entiendo perfectamente cuando el ser-no-mísmo es tema de conversación.
Pequeño tema, todo para el señor Al.


No hay comentarios:

Publicar un comentario