
Fact 1:
Me dormí comunmente. Abri los ojos y veía todo a mi alrededor, escuchaba a mi papá subiendo las escaleras. Quise sentarme sobre la cama, y mi cuerpo estaba paralizado. Él entró y corrió las cortinas, quise pedirle ayuda y no podía emitir ningún tipo de sonido. Comencé a mover de a poco los dedos de las manos, ya estaba muy desesperada. Sentía peso sobre mi cuerpo, hasta que me di cuenta de que era en vano toda la fuerza que hacía, ya que seguía sin poder moverme. Permanecí un buen rato en ese estado, no podría dar aproximaciones pero pareció eterno. En esa posición podía observar la puerta con claridad y la luz de la ventana reflejada en la alfombra. De repente, una bola negra apareció al costado del placar, al lado de la puerta. En poco tiempo la bola empezó a rodar por el piso, lentamente, y luego saltó a mi cama emitiendo un chillido agudo, no pude ver qué era, solo se distinguía una boca pequeña con dientes finos y afilados. Fué entonces cuando desperté, y me dormí.
Fact 2:
Esta vez ya sabía el proceso, despues de varias veces haberme encontrado en el mismo estado. Sólo debía esperar a despertar, y dormirme de nuevo. Si bien seguía siendo desesperante, las últimas veces no había ocurrido nada extraño, sólo observaba mi entorno. En eso, una mano se desliza lentamente por el borde de la cama en frente de mis ojos. No podía ver con claridad ya que estaba todo muy oscuro. La mano desapareció, y ahora era la cara de una mujer en su lugar. Una mujer de pelo negro, ojos azules y su piel, que fué lo que más llamó mi atención, tenía una tonalidad celeste. No me tocó, no se acercó a más de 10 centímetros de mi cara, no habló, y estando tan cerca tampoco podía sentir su respiración. No duró mucho, pero fué uno de los momentos más horribles y terrorificos de toda mi vida. Aunque intente, no podría describir en un texto el pánico de una figura humana frente a mi , sabiendo que mi cuerpo seguiría inmóvil, mientras esperaba despertar para poder dormir.
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